jueves, 5 de junio de 2008

EL CONCIERTO

Ha sido BRUTAL, al dia siguiente todavia me temblaban las piernas...

Reconozco que la semana antes estaba bastante nerviosilla, intentando no hacerme demasiadas ilusiones de ver al Metallica de mis cintas de cassette, porque con toda la morralla que sacaron en el Load, Re(quete)load y el St. Anger (el peor con diferencia), pensaba que con algo de suerte tocarían el For Whom The Bell Tolls, Harvester of Sorrow y para de contar, con lo que aun así me habría merecido la pena el concierto, pero que el resto serían las nuevas...Bueno, pues no, afortunadamente.


Ante todo, perdóneme quien lea esto por el análisis tan subjetivo que voy a hacer del concierto, advierto que voy a expresar mis impresiones sin ánimo de hacer una crítica musical de verdad, esas ya están publicadas a estas alturas. El concierto arrancó con la legendaria canción del duelo en El Bueno, el Feo y el Malo de Ennio Morricone. Ahí ya se fue al carajo el intento de no emocionarme demasiado, porque ya no sonaba esa canción al comienzo de los conciertos de las ultimas giras justo antes de que saliera la banda, y esa canción es la marca registrada del Metallica de los cinco primeros discos (Metallica del bueno), os sea, que la cosa prometía, era para perder los nervios!! y "asín" fue, salió el grupo y empezaron a tocar a saco el Creeping Death, pa morirse o no? pues casi, por poco me mato pegando saltos con los bastante mas de 50.000 hippies (o heavys, hablando con propiedad) que habia allí. La siguiente fue Fuel, y nos sorprendieron con dos fogonazos a ambos lados del escenario que nos dejaron la carita como si la hubiesemos puesto en la puerta de un horno...muy chulo. Y a partir de ahí, tocaron todas las canciones mas tralleras de los 4 primeros discos durante dos horas sin parar, vease Whiplash, Ride the lightning, Harvester of Sorrow, Master of Puppets, and Justice 4all, Wherever I may roam,.... intercalaron el One, Fade to Black y Nothing else matters así de tranki (que están viejetes, jeje), con solo tres (quizas cuatro) canciones del Load y Re(quete)load juntos, y otras tres del Black Album. Ahí es ná, me reitero, pa morirse.
Despilfarraron energía, pirotecnia con fuegos artificiales guapísimos y unos petardazos para evocar la escena de guerra al comienzo del One que hizo que pareciera aquello Vietnam...El chico nuevo (Robert Trujillo) da muchísima caña con el bajo, pero de todas formas echamos de menos a Jason Newsted. Los punteos de Kirk Hammett espectaculares, Lars Ulrich a la bateria hacía que nos dolieran los brazos con solo verlo, y los pies ni se le veian de lo rápidos que iban con el doble bombo...Pero lo mas intenso era la voz de James Hetfield, con sus guitarras, que cambiaba casi de canción en canción. Se le vio todo entregado al público y se notó muchísimo el empeño en querer recuperar a unos fans que estabamos bastante desilusionados con sus últimos trabajos, se veia por lo que decía que ellos tambien echan de menos sus tiempos de mucha tralla y poco baladeo y están empeñados en querer ser los que eran. Despidieron el concierto y luego salieron otra vez a tocar las versiones suyas de Last Caress, So What y su Seek and destroy. Despues de eso se llevaron como quince minutos hablando uno a uno y tirando un montón de púas y una par de juegos de baquetas. Se fueron con la promesa de una gira con el nuevo disco que sale en Septiembre en la que volverán, por lo menos a Madrid.
Todo lo demas que puedo recordar son un cúmulo de sensaciones y sentimientos que me sobrecogió, evocándome toda mi adolescencia con sus muy malos y muuuy buenos momentos, y eso sería muy largo de explicar aquí...así que en conclusion puedo decir que asistí al único concierto en España de Metallica, parte de una gira de es acojonante y que no tiene lugar desde los tiempos del Negro de Metallica, que parece que no pero han pasado mas de 15 añitos...Brutal.
En definitiva, posiblemente la mejor banda de heavy, ha vuelto. Besos a todos

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