miércoles, 8 de diciembre de 2010

Reencuentro

Unos se van, otros llegan. Y esto te hace darte cuenta de que hay que ver el lado positivo de la vida, como lo cantaba Brian clavado en la cruz (Life of Brian), porque no controlamos nada de esto, y hay pérdidas que son irremplazables. Así que lo que nos queda es valorar bien lo que tenemos hoy.

Hace unos meses he recuperado a alguien muy importante, de máxima relevancia en mi vida. Digo he recuperado porque en los últimos años estaba en un estado latente.

Ahora ha despertado.

Busca su sitio e invade el mundo. Busca rutina y revuelve la semana.

Con tiempo volvemos a la calma. Disfruto estando ahí para él. A veces es movidito el viaje y no quiere estar solo, ha venido para estar cerca.

Es mi hermano mayor, mi referente, mi modelo a seguir. Mis mejores recuerdos de la infancia, y no tengo muchos buenos, todo sea dicho, son pasando el rato con él: Las canciones, los juegos, su infinita paciencia para explicarme tooodo lo que yo pudiera preguntar, el italiano, los países y sus capitales, los valores que hoy tengo, las peleas de pies, las pompas de jabón…y siempre ha estado ahí para apoyarme, escucharme, orientarme…arrojando luz en mi vida, como un faro, enseñándome el camino.

Hoy me ha recordado el valor de la generosidad y del amor incondicional, y su sensibilidad me ha conmovido.

Me quedan muchas cosas que seguir aprendiendo de él.

Suerte que estés en mi vida, eres un ángel.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Reflexiones domingueras de medio pelo

Creo que estoy llegando al punto de equilibrio entre el implicarme demasiado y pasar de todo … es curioso que siempre me pase igual, cuando intento alejarme de un extremo no me percato de que inconscientemente me voy derechita al contrario, con la edad me estoy radicalizando mas, y yo que pensé que esto era cosa de la adolescencia... Podría ser peor, pero reconozco relativamente pronto el haberme ido justo al otro extremo. Esto puede parecer algo fácil de identificar, pero cuando me ciego en alejarme de algo, no me doy cuenta de hacia adónde me dirijo peligrosamente hasta que no estoy con el barro hasta las cejas, lo cual es igualmente desacertado, y al darme cuenta de dónde estoy entro en un estado caótico, donde las emociones se va superponiendo unas a otras a la velocidad de una infernal montaña rusa: frustración, autocompasión, culpabilidad, irritabilidad, ansiedad, angustia, puff …y luego llega la calma, el momento maravilloso de verlo todo desde un punto de vista más objetivo, mis errores y mis aciertos se desmarcan los unos de los otros, llega la luz y la serenidad y la calma, y encuentro el camino de vuelta… y entonces es cuando siento la lección aprendida, y dónde está ese punto justo entre los vicios, la virtud de Aristóteles, y todas esas cosas que al parecer ya estaban todas inventadas y que no tengo manera de aprender si no es pasando por el dolor, como todo en la vida… Pues parece que así tiene que ser, así no se olvida.

Sienta bien escribir algo despues de tanto silencio, y una vez puesta no ha sido tan difícil, ha sido hasta terapéutico, aunque no es el tema más indicado, es lo que ha salido... Gracias por estar ahí, David

lunes, 12 de abril de 2010

Te fuiste, y me dejaste sin palabras. Aún hoy, que sigo intentando despedirme de tí, no sé que decirte. Que eres imprescindible te lo habían dicho ya, y no hace mucho. Que te quiero, que estás en todo lo que hacemos y lo que nos queda por hacer, que se nota cuando estás y cuando no estás, porque compartes con nosotros toda tu alegría, tus sonrisas, tus abrazos...te compartes con nosotros toda tú y nos haces disfrutar de tí. Todo eso te lo he dicho ya. Y que eres un ejemplo de superación, que has hecho un trabajo increíble en el último año, que me contagias tus ganas de comerte la vida a bocaos, que me encanta verte así y que eres capaz de hacernos conscientes de lo agusto que estamos todos juntos y lo afortunados que somos de tenernos. Mi niña, te echo de menos. Y me doy cuenta de cómo era yo cuando estaba contigo, parece un cliché, pero joder, es que me hacías sentir especial, eso no lo hace cualquiera. No te imaginas el vacío que nos has dejado, y lo que duele sólo pensar que no vas a entrar por la puerta cuando estamos todos, me parece increíble todavía, y por eso no paro de buscarte. Hace un par de días me sorprendí al darme cuenta de que estoy esperando que alguien me diga que esto no es verdad. Pero no pasa.

miércoles, 17 de marzo de 2010

El tercero

Siempre he entendido el tatuaje como una marca que uno se hace precisamente para eso, para marcar o delimitar un tiempo, una etapa, una vivencia que te ha dejado huella, un cambio en tu vida...cosas así. He tenido la necesidad de marcarme cuando siento un crecimiento personal, emocional, he encontrado respuestas o formas de encajar vivencias. Me encanta la idea de inmortalizar ese momento en la piel que me recuerde quién era yo en ese momento de mi vida, qué sentía o cómo pensaba, y me permita contrastarlo con la persona que soy ahora.
Mi último tatoo simboliza la evolución constante del ser humano, en los niveles físico, mental y espiritual. El simbolo recuerda que la vida es un contínuo aprendizaje, pero sobre todo, lo que representa para mí es LA VIDA.
Mi otros tatoos estan demasiado relacionados con la muerte, a pesar de estar enmascarados con unas alas o una cruz ansada.
Ya no soy una niña oscura.